Es la sustentación de la apelación de la sentencia de primer grado ante
la SALA CIVIL, DEL HONORABLE TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE
SANTIAGO DE CALI, proferida por el señor juez 1 civil del circuito de
Cali, dentro del proceso 76001-3103-001-2018-00277-00 ABOGADO FRANCISCO
VELASCO vs COMUNIDAD FRANCISCANA Y UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA.
He leído con mucha atención e interés su carta de la dirección del mes de abril de 2002, como siempre, conocer su pensamiento respecto a un tema como el de la prueba ICFES, es significativo, por el talante de quien hace el juicio, persona de gran experiencia y probadas y exitosas realizaciones en el campo de la educación y poseedora de una visión muy precisa de lo que es y debe ser la educación aquí o en Capharnaum, a quien personalmente respeto y admiro como colega y persona.
La prueba Icfes, como usted bien lo señala adolece de muchos errores, y en su análisis e interpretación se pueden terminar cometiendo muchas injusticias, esa es una verdad que no admite contradicción; pero que prueba o que examen escrito, no termina siendo impersonal y subjetiva en sus conclusiones, si sabemos que la objetividad es relativa, que la objetividad imparcial no existe, y que toda labor de exégesis o de hermenéutica, siempre está sesgada quiérase o no por los intereses, por las ideologías, por las diversas formas de pensar y ver el mundo, por puntos de vista, por lógicas, que finalmente direccionan la decisión hacia un lado u otro de la balanza.
No hay nada mas complejo que el estudio del ser humano y su relación con el otro, si esta premisa se acepta, juzgar sus conocimientos, habilidades, competencias y por allí al Colegio, basados en una sola prueba no solo es injusto, desbalanceado, sino ligero e irresponsable.
Efectivamente creo como usted, que el ICFES, no es una herramienta perfecta, y sus resultados hay que interpretarlos a la luz de la sana crítica y la persuasión racional, pero mas grave sería que no tuviéramos la prueba ICFES, por que mal que bien el instrumento sirve para medir en forma aproximada y no definitiva, el nivel de compresión, el grado de interpretación y la habilidad, capacidad y competencia para la formulación de hipótesis de nuestros bachilleres. Nosotros en la Universidad de San Buenaventura-Cali, estamos usando el resultado ICFES, de cada estudiante, no solo para decidir su ingreso, sino como un documento que contiene una valiosa información de la persona, sobre sus fortalezas y debilidades, de tal manera que lo utilizamos para adelantar un trabajo de tipo personal, encaminado a reforzar los puntos débiles y a mantener o superar los fuertes. Visto el resultado ICFES desde esta perspectiva, se convierte en una guía, clave para la corrección de ciertas áreas actitudinales o de conocimiento sobre las cuales el estudiante debe comenzar a trabajar para mejorar y potenciar su desempeño.
Ahora bien, pienso que el colegio dentro de una visión de largo plazo, no puede abandonar su estrategia actual, y centrarse únicamente en lograr mejores ICFES. Pero tampoco subestimar los resultados del ICFES, porque sería desconocer, un instrumento que bien o mal puede ayudar a los planeadores del colegio a orientar sus estrategias educativas y a descubrir en el ICFES, más que una amenaza, una oportunidad de mejoramiento.
Estoy también de acuerdo con usted, que hay cosas fabulosas que estamos logrando en el Colegio Bolívar, que usted y yo sabemos, pero que desafortunadamente el examen ICFES no mide, y al momento del juzgamiento ellas no aparecen en los resultados de unas frías e impersonales pruebas, pero eso no debe ser motivo, para no continuar con entusiasmo, nuestra lucha, mas centrada en el futuro de nuestros niños y niñas, que en una prueba, que consideramos no nos trata con equidad y justicia, al no considerar, ciertas habilidades, destrezas, capacidades y competencias que hemos logrado enseñar , capacitar y transmitir a nuestros alumnos, pero que el examen ICFES no mide.
Después de esta reflexión, a que me ha llevado la lectura de su DIRECTOR´S LETTER, quiero manifestarle que creo en su buen juicio. Que usted y sus colaboradores vienen adelantando una maravillosa gestión y liderazgo, en procura de formar a nuestros hijos e hijas más que en seres llenos de conocimientos, en verdaderas personas, responsables de sus deberes, concientes de sus debilidades y fortalezas, respetuosos de su cultura y valores, individuos formados para la democracia, para vivir en sociedad, participativos, emprendedores, multilingües, verdaderos analistas simbólicos, capaces de codificar y decodificar los signos y símbolos de la sociedad global del siglo XXI.
El ICFES, ciertamente sirve para medir algunas cosas, pero no mide lo más importante que requiere el ciudadano del mañana, en eso usted tiene razón y por eso me sentí tentado a escribirle, siga trabajando en lo que viene haciendo y por favor no cambie de estrategia, simplemente no descuide la información del ICFES, que le puede servir para hacer ciertas correcciones y mejoras.
Para mi es muy gratificante poder decirle esto, porque lo siento no desde mi mente, sino desde mi corazón.
